Sopa de tomate al orégano con aceites esenciales

Ingredientes para 4-6 personas
  • 1 kg de tomates maduros, pelados y sin semillas
  • 1 manzana tipo Golden, pelada y cortada a tacos
  • ¼ de lechuga tipo maravilla, limpia y cortada a trozos
  • 1 cucharada de proteína de almendra
  • 1 diente de ajo
  • 1 pimiento verde, cortado a tiras
  • sal marina con hierbas
  • 1 gota aceite esencial de pimienta
  • una cucharada de aceite de oliva aromatizado con orégano
  • cebollino fresco para el decorado
  • picatostes de pan frito con aceite aromatizado con orégano
  • 200 cl de agua de manantial

 

Preparació
  1. Lavamos los tomates, los pelamos con la ayuda de un pelador dentado o en su defecto los sumergimos en agua hirviendo, escaldando la piel para facilitar el pelado. Ya sin piel, los partiremos por la mitad y retiraremos las indigestas pepitas de su interior.
  2. En un recipiente adecuado para batir los añadimos al resto de ingredientes. Aromatizaremos con el aceite esencial de pimienta. Trituramos muy bien hasta obtener una sopa líquida sin tropezones
    desagradables; si es necesario pasar por el chino para eliminar restos, logrando una sopa fina perfecta.
  3. Reservar en el frigorífico hasta el momento de su consumo.
  4. Presentaremos la sopa en platos de colores vistosos, decorando con un poco de cebollino fresco picado muy fino en la zona central del plato y unos picatostes que previamente habremos frito con aceite aromático de orégano.
  5. Para el caviar verde. Finalizar el decorado situando 4 o 5 bolitas de caviar verde (ver pág. 65) en el centro.

 

Nota de l’autora

Es una rica versión del gazpacho de siempre; los aceites esenciales de pimienta y orégano nos ayudan a digerirlo más fácilmente. Con la manzana y las almendras equilibraremos la acidez del tomate, obteniendo una receta más alcalina y saludable. Rico en licopeno, luteína y vitamina C, el tomate es un regalo del verano rico en antioxidantes. Las almendras aportan calcio y proteína de origen alcalino para equilibrar la acidez del tomate. Y el aceite esencial de pimienta facilita la digestión en aquellas personas que, aún en verano, sientan frio después de comer.

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