En un cuenco pastelero, volcar la almendra en polvo mezclándola con el azúcar de abedul o xilitol, añadir el boniato asado y pelado, y trabajar la masa un buen rato hasta que las almendras desprendan su aceite y la mezcla que en principio parecía serrín, se convierta en una pasta homogénea.
Una vez preparada la masa manipular de la forma que deseamos para formar las diferentes variedades, con los diversos aceites, bolitas, troncos, volcanes, setas, granos de café….
Lustrar con un pincel mojado en huevo batido las variedades de almendra triturada y piñones.
Blanquear con xilitol las bolas rosas, los rollos de membrillo, los granos de café y los limones.
Preparadas las diferentes especialidades, colocarlas en una bandeja e introducirlas en el horno previamente calentado a 200ºC. Hornear unos 8 minutos. Este tipo de especialidad requiere muy poco que hacer, si se excede en el tiempo le quedarán secos y duros.
Servir los panellets ordenadamente por columnas sobre una elegante bandeja cubierta de papel de blondas, vistiendo de fiesta el tradicional evento.
Reservar a temperatura ambiente. ¡Este tipo de postre, una vez elaborado, se mantiene en perfecto estado hasta una semana más tarde!
Este tradicional postre se consume en la noche de Todos los Santos, también popularmente llamada la noche de la castañada. Noche que, desde tiempos inmemoriales, se habla de brujas y rituales mágicos. En pueblos de montaña se suele leer leyendas oscuras cerca del fuego del hogar, y siendo uno de los más fríos del año, tomar este calórico y energético postre es todo un placer. ¡Pero recordar que su valor proteico también es muy elevado!
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